Somos apasionados

Diana es física y estudia una maestría en física pura, ama a su gato Orión y cada vez está más adaptada a Medellín, aunque le hace falta la vida cultural, su familia y los amigos de su natal Bogotá. Sin saber qué era la dosimetría aceptó el reto de trasladarse de ciudad y hoy coordina uno de nuestros servicios fundamentales. Tener la oportunidad de mejorar siempre la lleva a pensar que tendremos uno de los laboratorios de referencia en dosimetría en Colombia.

Con la mente puesta en proteger al hombre de las radiaciones, Diego pasó de conectarse a los webinars de Sievert cuando era un estudiante de ingeniería física a aportar conocimiento sobre Protección Radiológica dictando cursos al personal médico y a otros públicos. Hizo la práctica en nuestra empresa y ha desempeñado varias funciones hasta especializarse en dosimetría. El rock y los partidos del Atlético Nacional relajan a este estudioso de los fenómenos políticos del país.

El orden que infunde en sus alumnos en el Club Deportes Antioquia de fútbol lo aplica en sus funciones en la empresa, para que todo funcione como un reloj. Julio también es un ejemplo de que, en Sievert, las puertas del progreso están abiertas para el que quiera aprovechar las oportunidades. Llegó como mensajero, y en pocos meses pasó al área de Logística, donde aplica sus amplios conocimientos adquiridos en su experiencia laboral.

Atrapado por la Protección Radiológica. Así se siente Brayan, pues de no conocer nada sobre el tema, se apasionó tanto por su trabajo que actualmente estudia ingeniería biomédica, para “servirle a Sievert en algo más en el futuro”. Papá de Jana, su hija de diez años, esposo comprometido, histriónico, espontáneo y estudioso, es feliz cada día que llega a la empresa, donde, dice, se siente en familia, y siente que su visión de la vida ha cambiado.

“Desde que empecé a trabajar en Sievert me siento en un hogar. Las personas me han hecho vivir algo que no he visto en ninguna otra empresa”. Ese es el resumen de lo que ha experimentado Lizette en la empresa, donde ha encontrado estabilidad, mucha colaboración entre compañeros, tiempo para compartir con su padre, su hija y su esposo, con quienes ama pasar los ratos de descanso y viajar a diferentes pueblos, para recargar energías.

Juan es de los que más lleva en la empresa, y como tal, ha sido testigo del crecimiento que ha tenido. A la par, él ha cambiado de roles también, y de realizar funciones en el área de dosimetría, hoy coordina la parte académica, con los cursos y diplomados que ponemos a disposición del público, y se encarga de todo lo relacionado con los elementos de Protección Radiológica, que protegen a los profesionales de las radiaciones ionizantes.

Desde que Ana ingresó a Sievert se ha sentido en un lugar muy especial y particular, empezando por el tipo de productos y servicios que ofrecemos, y porque, más que vender, asesoramos a los clientes. Admira el recurso humano que la rodea y destaca las ganas de compartir conocimiento de todos. Cree que Sievert se está proyectando a ser líder en Colombia y Latinoamérica en Protección Radiológica, y para ello, cada vez se fortalece más en todos los aspectos.

Crecer, tanto en conocimiento como en el aspecto personal, son dos facetas que han enriquecido a Lina en el tiempo que ha estado en la compañía, pues a su formación como ingeniera biomédica ha sumado un gran aprendizaje en la tarea comercial. En Sievert siente que está en su segundo hogar, rodeada de personas muy calificadas que ponen sus capacidades al servicio de los demás. Ella se siente tan feliz de aportar en las metas de la empresa como de participar en diferentes causas sociales cerca de su hogar.

Para Juliana, el éxito en su vida se resume en tres cosas: impactar a la gente, ser exitosa y sentirse motivada, y en Sievert, dice, ha cumplido con todo eso y mucho más, por eso, desarrolla su trabajo con un entusiasmo que le brota por los poros. Su profesión de ingeniera administradora le da sustento a lo que hace. Su familia está en el centro de sus prioridades y su hija cumple años el mismo día que Sievert, el lugar donde hace sus sueños realidad. Casualidades bonitas de la vida.

Venezolana, con apellido materno francés y abuela de Lorica. Mariam llegó a Colombia hace tres años con la certeza de buscar un futuro mejor para ella y su familia, y con paciencia, fue organizando todo para afianzarse en un país donde tiene raíces. Con experiencia de diez años en labores administrativas, seis semestres de derecho y una tecnología en administración de empresas, está convencida de que en Sievert encontró el lugar perfecto para crecer.

Con experiencia en lo comercial y una gran expectativa por llegar a una empresa en crecimiento, María Adelaida afronta el reto de montar un área nueva, sobre la cual se soporta en un gran porcentaje el progreso y reconocimiento en el mercado. Bailarina, deportista, mamá, estudiosa incansable de los temas relacionados con las ventas y el mercadeo, siente una satisfacción enorme de formar parte de una compañía donde lo primero es el bienestar de los colaboradores.

Alexandra se maravilla con tener a su lado “gente joven tan tesa, y yo me siento como la mamá de los pollitos, porque soy la mayor”, asegura con una mezcla entre risas y orgullo. Se define como de carácter fuerte, por lo que se esmera en trabajar la paciencia, y se emociona cuando habla del progreso que ha observado en la empresa desde que trabaja acá.

Yuli siempre te recibe con un “buenos días. ¿Quiere un tintico o prefiere un vaso de agua?”. Es una de las caras amables cuando entras a Sievert, y siempre la verás sonriente y lista para ayudarte. Su curiosidad la llevó a investigar en qué consiste eso de la radiación, para saber qué es lo que hacemos. Para ella, llegar a Sievert ha significado un cambio enorme en la calidad de vida suya y la de su familia, por eso, cada día se siente agradecida y afortunada.

“Este trabajo llegó como caído del cielo”, dice Mónica, quien se siente feliz por darle mejores posibilidades a su hija Julieta desde que está en Sievert, donde inició en el área de Controles, programando las visitas de los ingenieros físicos a los clientes de todo el país, y desde hace poco está en las áreas Comercial y Mercadeo, cumpliendo con la misma función. Es tecnóloga biomédica y está segura de que hay un prometedor futuro, tanto para ella como para la empresa.

Nini es huilense, pero desde el año 2000 vive en Medellín, donde estudió ingeniería física en la Universidad Nacional. Mientras estaba en México cursando un posgrado en Ciencias físicas, recibió una oferta laboral para llegar a Sievert, y aunque no tenía experiencia en Protección Radiológica, aceptó. Sin saber que iba a ser una de las pioneras, apostó por esta empresa, y hoy se enorgullece, porque desde Sievert marcamos tendencia, de la mano de gente cada vez más talentosa.

Carlos se encuentra en una sede diferente a Medellín, en Bogotá, y se siente identificado y compenetrado con la cultura Sievert, en donde siempre había querido trabajar, “porque es una empresa muy reconocida por prestar servicios de excelente calidad, tanto en Medellín como a nivel nacional”. En tan poco tiempo reconoce que la empresa está en constante evolución y asegura que vamos a cumplir exitosamente con los ambiciosos proyectos que están en curso.

“Me atrevo a decir que Sievert es de las pocas empresas en donde pasa el tiempo y uno sigue trabajando con la misma motivación”, asegura Alejandro, y esto se debe, afirma, a que además de que ofrece excelentes beneficios, el trato entre las personas es súper respetuoso. “Por eso quiero estar muchos años más acá”. Alejo es un ser tranquilo, enamorado, expresivo, lleno de proyectos y fanático de los 33 tatuajes que dibujan muchas historias en su cuerpo.

Seguir la tendencia de Sievert de crecimiento, de expansión, “como el universo”, como explica José, es lo que prevé para el futuro, tanto en alcance -nacional e internacional-, como en líneas de negocio. José, quien nació en El Carmen de Bolívar, se siente feliz de aplicar lo aprendido con mucho esfuerzo en la universidad y de transmitírselo a la mayor cantidad posible de personas, buscando siempre enseñar las bondades de la Protección Radiológica.

Despertarse en las mañanas y recibir el amor de sus tres amigos fieles -Sacha, Mini y Toby-, y respirar el aire puro del campo hace feliz a Martha. En ese ambiente inspirador trabaja con pasión por solucionar las inquietudes relacionadas con la higiene ocupacional y la Protección Radiológica de las instituciones del sector salud e industrial que atendemos. Aplicar los conocimientos adquiridos en la universidad en su labor en Sievert ha sido para ella una de sus mejores experiencias.

Pablo dice que Sievert es su hija mayor, la que antecede a Fátima y a Milagros, tesoros que son el fruto de su unión con Verónica Arbeláez. Un día tuvo el sueño de crear una empresa, con el objetivo de controlar la exposición de las personas a la radiación, y con amor y entrega, lo ha convertido en realidad. Hoy, cree que el futuro de la compañía es prometedor, gracias a la confianza de los clientes y al gran equipo que lo acompaña, que no para de innovar.

Aunque llegó hace poco, está segura de que su historia en Sievert será larga, por las ganas que tiene de construir y dejar huella. Su reto es integrar las áreas de Calidad, Seguridad y Salud en el Trabajo, y Responsabilidad Social Empresarial, y para ello, pone toda la energía en realizar una gestión impecable, en una empresa donde, destaca, se conjuga muy bien el equilibrio vida familiar-trabajo.

Si escuchas una carcajada a todo volumen cuando entras a Sievert, esa es Daiana, o Dana, como la conocen todos en la empresa. Con un acento venezolano marcado celebra la fortuna de recibir la oportunidad de sumarse al equipo en medio de una pandemia que probó su valentía y resiliencia. Hoy, afronta cada día con la felicidad de aprender de todo lo que sea posible, en un entorno que “me permite crecer, que cree en mis capacidades y le apuesta a mis conocimientos”.

Welmer, fiel a su experiencia en la empresa, a donde llegó como practicante de ingeniería física a hacer controles de media y baja complejidad, y luego, como Físico Técnico, pasó a desarrollar tareas más especializadas, está seguro de que Sievert seguirá creciendo hasta ser reconocida en Latinoamérica. Combina su pasión por la Protección Radiológica con los idiomas, la gramática, la batería, el atletismo, el fútbol y los sabores extremos.

Daniela es pura energía. Si no está pendiente de un envío de dosímetros está gestionando la codificación de otros o dando una instrucción a alguno de los seis colaboradores que tiene a cargo. La logística para ella es un estilo de vida. Por ello, estudió Tecnología en Logística Integral y cada día se siente más feliz de poner en práctica los conocimientos aprendidos, para que Sievert siga “creciendo como una empresa inspiradora, capaz de transmitir el sentido de compromiso a sus empleados”.

Laura está en Sievert por uno de esos hechos afortunados del destino, pues quería venirse de Bogotá, donde trabajaba para la autoridad regulatoria, a vivir a Medellín, y una amiga suya entregó su hoja de vida. En sus hombros reposa la responsabilidad de mantener y mejorar la calidad de los productos y servicios de la empresa, y no duda en afirmar que está en un lugar donde va a crecer, será mejor persona y, lo más importante, vivirá feliz.

Gracias a una oferta de empleo publicada en una de las redes de la empresa, Geraldine llegó a Sievert. Como en su trabajo anterior tenía relación con nuestra línea de dosimetría, aplicó y se convirtió en nuestra líder en el suroccidente. “Ser gerente de una de las compañías más reconocidas en protección radiológica es un logro personal”, dice, y pone todo el empeño en jalonar nuestro ADN de calidad e innovación en la zona.

Para Vanessa, trabajar en Sievert es un sueño hecho realidad, pues desde que conoció la protección radiológica durante el pregrado en Ingeniería Biomédica supo que quería desempeñarse en esa área. “Sievert es y seguirá siendo una empresa reconocida en el mercado por su propósito superior de bienestar, su innovación y su avidez por la mejora constante”, expresa, y dice que en su rol profesional la mueve la pasión por servir y aprender diariamente.

Tener el horizonte claro y los objetivos definidos son dos características de Tony, un amante del surf que, similar a como hace en su tabla, elige la manera adecuada de abordar las olas para llevar las operaciones de Sievert al siguiente nivel. De las condiciones laborales de la compañía destaca la libertad y el respaldo que recibe para formar una estructura de su área desde cero, y resalta la flexibilidad para manejar su tiempo y su espacio de trabajo.